En el barrio Sourdís, en el suroccidente de Barranquilla, hay consternación por lo ocurrido en la madrugada de este jueves en la calle 87 con carrera 9H, donde según denuncian residentes y familiares, un policía mató a bala a Ronald Arrieta Romo, de 40 años de edad. 

“Él estaba departiendo con unos amigos y yo lo llamé para que viniera a la casa como a las 12 a.m. Al momento salió a acompañar a un amigo a su casa, que es a la vuelta, y cuando estaban en la esquina vieron cuando venía corriendo un hombre que es ratero del barrio y mi esposo forcejeó con él para reclamarle el por qué estaba robando el barrio. En ese momento llegó la patrulla de la Policía y se bajaron de la moto con el arma en la mano realizando disparos”, contó la esposa de Ronald a Zonacero.com. 

Ronald fue impactado en la espalda y el proyectil le afectó el pulmón y el corazón.

“Mi esposo salió corriendo para que la Policía dejara de perseguirlo y se metió en un callejón sin salida. Allí mi esposo gritó a los policías que no lo dejaran morir y los uniformados no permitían que nadie se acercara. Pasado unos minutos dijeron los policías que estaba muerto y se marcharon del lugar dejándolo allí como un perro”, contó la esposa.

El hermano de la mujer y otros amigos auxiliaron a Ronald y lo llevaron al Camino El Bosque, pero allí ingresó sin signos vitales.

“Yo me fui a hospital y allá los de admisiones me dijeron que llegaron unos policías y se llevaron la cédula de mi esposo. Yo me fui a donde estaban los policías, afuera del hospital, a reclamarle por lo que habían hecho y que me regresaran la cédula. Se burlaban de mí diciendo que mi esposo era un ladrón  y eso no es cierto. Todo el barrio puede dar fe de que mi esposo era un trabajador independiente. También decían que mi esposo tenía un arma y eso tampoco es cierto. Nunca tuvo un arma de fuego”, contó la mujer.

La esposa de Ronald aseguró que internamente los policías estaban tratando de armar un ‘falso positivo’ para decir que su familiar tenía un arma de fuego y que les disparó a los policías para ellos actuar en una supuesta legítima defensa con sus armas de dotación.  

“Un amigo me dijo que realizara la denuncia públicamente, porque estaban haciendo todo para mostrar a mi esposo como un delincuente. Nunca ha tenido anotaciones judiciales. El cuerpo lo retiraron a las 5 a.m. del hospital y eran las 10 de la mañana de hoy y aún no había entrado el cuerpo a Medicina Legal. Nos decían que estaban haciendo unos papeleos en la URI para llevar el cuerpo a Medicina”, relató la esposa. 

La familia de Ronald quiere que su muerte no quede impune y hizo un llamado al comandante de la Policía Metropolitana, General Jorge Urquijo, a tomar cartas en el asunto.

Ronald, aseguró su familia, era ebanista y también vendía zapatos de manera independiente. De esa manera, sostenía a su esposa y a dos hijos, uno de ellos de apenas un mes de nacido.

Por este suceso, por el momento, la Policía Metropolitana de Barranquilla no se ha pronunciado.